¿Hay vuelta atrás?
Llevamos más de 70 años envenenado nuestras propias tierras y convirtiendo campos que eran fértiles en estériles y desérticos. Una secuencia de desafortunadas decisiones como especie nos ha traído hasta aquí. Nuestros bisabuelos no conocían los plaguicidas, pero tras el hambre que dejó la segunda guerra...